Todos
recordamos aquellos momentos de noviembre del año 2000, cuando
estuvimos pendientes y en vilo hasta el último segundo por conocer el
resultado de aquellas elecciones norteamericanas que al final ganó Bush
hijo en los tribunales.
Aunque no sea
útil, vendría bien imaginar cómo sería el mundo sin aquellos ocho años
de Bush. No sabemos que habrá pasado, pero sí sabemos lo que no habría
pasado y pasó... todas aquellas decisiones catastróficas que salieron
del despacho oval cuando la silla presidencial la tuvo aquel individuo.
La guerra de Irak, la crisis inmobiliaria y financiera, el enorme
retroceso social y medioambiental... Imagínense como sería el mundo del
siglo XXI si todo eso no hubiera pasado.
Pues
bien, ahora puede ser peor. El martes 8 de noviembre los
norteamericanos pueden rematar el siglo XXI.
La victoria de un
individuo como Donald Trump será un enorme fracaso y significará el
mayor retroceso en la historia reciente.
No
solo por lo imprudente de sus futuras decisiones -siempre impulsivas-,
no solo por sus planes xenófobos y contrarios a toda la lucha por los
derechos humanos, sino sobre todo porque su triunfo dará una fuerza
inprevisible a los grupos políticos populistas y a la extrema derecha
europea y mundial.
En este caso, las
dificultades para la convivencia pacífica serán enormes; los
inconvenientes para la construcción europea serán insuperables. El
futuro se nos presenta muy negro.
Puede
que muchos pensemos que estas elecciones nos pillan muy lejos y no nos afectan. Quienes así piensan están equivocados. Estas elecciones afectan
directamente a nuestro futuro inmediato y al futuro de nuestros hijos,
igual que los ocho años de Bush hijo nos han afectado a nosotros. Estas
elecciones afectan a nuestra seguridad, a nuestra convivencia, a la
defensa de los derechos humanos, a la construcción europea. Son
innumerables sus consecuencias.
Por
otro lado, la victoria de Hillary Clinton puede significar una gran salto
adelante. Clinton podría completar los proyectos de Obama si cuenta con
suficiente mayoría parlamentaria. Es una mujer valiente, y lo demostró
en los años noventa con su propuesta de reforma sanitaria que no
consiguió aprobar, y que era mucho más avanzada que la que ha aprobado
Obama durante su mandato.
Confiemos en el sentido común de nuestros amigos norteamericanos. Esperemos que sean capaces de llevarnos a buen puerto.
Pablo Beceiro.
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